MI
HISTORIA
Desde que era muy joven mi sueño era ser psicóloga.
Sentía que tenía algo que ofrecer y ser psicóloga me parecía el instrumento que
la sociedad me daba para hacerlo, pero querría que fuera accesible a todos, que
no tuviera un precio.
Después de graduarme en psicología senti que tenía
mucha energía, pero no sabía cómo canalizarla, además estaba cansada de los
ritmos de la sociedad y del sistema. Cada vez más sentía que tenía que
encontrar “mi propia manera” de hacer lo que amaba. Estaba en una crisis
profunda y sentía un profundo malestar. Aparentemente lo tenía todo, pero en
realidad sentía un fuerte sentimiento de "no estar en nada de lo que
estaba haciendo".
¿Y como podía, si no sabía quién era yo?
En septiembre de 2011, llegada al límite del
malestar, decidí hacer el Camino de Santiago. Era algo que en el último año y
medio había empezado a llamarme cada vez con mayor fuerza, pero tenia apegos,
condicionamientos y miedo.
El camino fue para mí una especie de "Año
Cero", una explosión de la parte más profunda de mí misma. Me ayudó a
reunir todos los elementos de un camino interior empezado ya hace mucho tiempo
y a confirmar que yo no era la única en experimentar ciertas cosas y a tener la
idea de que se puede vivir de una manera diferente a la que hemos aprendido.
Por supuesto fue sólo el principio, y todo esta
siempre en un proceso en el que las cosas se delinean gradualmente, pero a
partir de ese momento comenzó una toma de conciencia más profunda y, en
consecuencia, los cambios, también estos de una manera gradual.
El primer paso fue simplificar mi vida. Dejé la
ciudad en que vivía y mucho de lo que tenía y comencé a deshacerme de lo
superfluo. Me di cuenta que las verdaderas necesidades son muy pocas. Si había
vivido cuarenta días con todo en la mochila sin sentir la falta de nada, ¿por
qué no hacerlo siempre?
Al cabo de un tiempo decidí volver al Camino de
Santiago con la sensación de que iba a encontrar un lugar donde quedarme y una
manera de canalizar la energía que tenía.
Todo encajó y empecé a ser voluntaria en los lugares
de acogida de los peregrinos. Esto durante tres años. Fué una experiencia
preciosa.
De una cosa vino otra y llegaron también los
movimientos siguientes, haciendo del peregrinaje un estilo de vida cuya meta es
purificar y escuchar el corazón, crecer interiormente y servir a los demás.
He empezado a estudiar las plantas medicinales hasta
escribir manualmente un pequeño libro. En mis viajes a dedo, con los medios de
transporte, caminando y en los lugares donde he parado por temporadas mas o
meno largas, he tenido la posibilidad de conocer gente maravillosa, de vivir
experiencias significativas y profundas y he podido tocar con mano la bondad y
disponibilidad de la gente. Me acerqué a la meditación empezando a asistir en
contextos donde profundizar en la práctica, aprender, crecer y seguir siendo
voluntaria. Aprendí a vivir con lo esencial, aceptando lo que llega como una
"donación".
No he hecho grandes viajes, ni me siento como una
persona que se sacrifica, simplemente he empezado a fluir con la vida y dar
forma a ese sueño, en constante adaptación a los cambios que se han producido y
se siguen produciendo en mí y en las situaciones.
"El
Camino del Corazón" es un proyecto y estilo de vida que nace de la idea de poder ser un
apoyo y una inspiración a escuchar el corazón, a escucharse y conocerse a uno
mismo, para ir más allá de las limitaciones, los temores y expresarse.
Mi propósito es poner a disposición mi experiencia
de estudio, de vida, de conocimiento de las plantas medicinales, de viajes y de
encuentros al servicio de los demás de una manera libre y gratuita. Para quien
quiera emprender un camino interior , de conciencia, para hacer cambios, o
aquellos que simplemente quieren compartir y abrirse sin sentirse juzgados.
La idea es de fluir en libertad. Sigo viajando con
la mochila por lo que también, puedo estar disponible para encuentros, también
se puede hacer un simple paseo. Y si estoy fija en un sitio y se crean las
circunstancias puedo ofrecer hospitalidad.
Y para cualquier persona que quiere abrir su casa
para hospedarme o por encuentros, sobre temas como el camino, no sólo de
Santiago, sino también el camino interior, la alimentación, las hierbas
medicinales, en asumir la responsabilidad de sus vidas, la meditación, o
simplemente con el deseo de compartir, estoy abierta. Mi intención es
precisamente responder a las cosas como vienen.
Quien quiere ponerse en contacto conmigo puede hacerlo
a ilcamminodelcuore@gmail.com teniendo en cuenta que a veces podría tardar en
contestar (esto ayuda a cultivar la paciencia!).
En cualquier caso, confío en que las cosas vienen y
se mueven siempre en el momento justo.
"Lo
que se necesita no es el dinero, el éxito, el poder.
Lo
que se necesita es amor puro, sin limitaciones, expectativas y condiciones.
Lo
que se necesita es abrir el corazón y compartir sin miedo, estar dispuestos a
abrazar, a ser amable con uno mismo y con los demás, a tener tiempo, a tomar
riesgos, a cuestionar las falsas creencias, a cambiar hábitos, a dejar ir, a
querer subir a la montaña y ser iluminados por el sol, a estar dispuestos a
dejar lo que tenemos cuando impide expresar las posibilidades de nuestro ser
más profundo. Hay necesidad de estar dispuesto a crecer, a acoger , a cruzar la
oscuridad y ver nuestra propria luz.
Lo
que se necesita es parar y aprender a escuchar el corazón ".
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